Formación y Oración en Comunidad

El Movimiento Infantil Mercedario (post-comunión) está formado por niños y niñas que ya han hecho la primera comunión y que con libertad, alegría y amor acuden a la parroquia todas las semanas para seguir creciendo en los valores cristianos y dar un buen testimonio de la Fe y del carisma mercedario.

Los pequeños se agrupan por rangos de edad y se les asigna un monitor que los forma y los anima empleando métodos dinámicos, participativos y lúdicos, con actividades entretenidas y variadas.

Actualmente se reúnen los viernes de 17:30h. a 18:30h. Si quieres que tu hijo forme parte del MIM acércate a la parroquia o contacta con nosotros y pregunta por el P. César De Nazareth, responsable del movimiento.

Los grupos juveniles están formados por todos los jóvenes de nuestra parroquia que tras haber hecho la confirmación renuevan día a día su compromiso con Jesús y se acercan cada vez más a Dios por medio de la formación, la oración y el servicio.

Los nuevos grupos nacen a partir de los de preparación para la confirmación y cada uno se reúne en días y horarios diferentes según les venga mejor a los miembros.

Si te interesa formar parte del movimiento juvenil acércate a la parroquia o contacta con nosotros y pregunta por el P. César De Nazareth, responsable del movimiento.

La juventud se lleva en el corazón pero las obligaciones y rutinas de la vida diaria cambian con la edad. Aquellos grupos parroquiales cuya realidad personal de sus integrantes no les permite formar parte de las actividades juveniles de la parroquia se reúnen periódicamente para continuar en grupo con su formación y crecimiento cristiano, llevando el evangelio a todos los campos de su vida adulta.

Somos un grupo de la Renovación Carismática Católica insertado en la diócesis, que desde 1987 se reúne en la parroquia S. Vicente Ferrer, abierto a cualquier persona. La reunión la llevamos a cabo cada viernes por la tarde (de 16:30 a 18:00), y es un tiempo consagrado a Dios en fraternidad, para alabar a Dios sobre todo. Se caracteriza por la oración de Alabanza, y la invocación al Espíritu Santo, con cantos y aclamaciones espontáneas, se proclama la Palabra de Dios, se ora con el texto y se presentan al Señor las diversas necesidades de los hermanos, de la parroquia, de la Iglesia, del mundo. Concluimos con el Padre Nuestro.

Texto en redacción, próximamente tendrás la información. Sentimos las molestias.

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